La vida independiente de una planta superior comienza en el momento en que una semilla germina. Las semillas son los órganos elaborados por la reproducción de las plantas adultas. Tienen la posibilidad de ser transportadas a distancia de donde son producidas, ya sea por el viento, el agua y/o los animales (diseminación), para generar nuevas plantas en otros sitios. La gran mayoría de las semillas pueden permanecer en un estado de respiración reducida o prácticamente suspendida, interrupción del crecimiento y parcial deshidratación, por un tiempo más o menos largo (latencia o letargo), hasta que las condiciones externas son adecuadas para la iniciación del crecimiento de la nueva planta.
Si estudiamos cuidadosamente la anatomía de una semilla, nos daremos cuenta que consiste esencialmente en una pequeña planta encapsulada dentro de una cubierta más o menos resistente y provista de los alimentos orgánicos necesarios para comenzar a crecer. Generalmente son almidones o grasas y proteínas. La gran mayoría de las semillas contienen muy poca agua, así que necesitan un medio externo húmedo para hidratarse y aumentar de volumen antes de que se inicie la germinación.
Las semillas de diferentes plantas varían en forma, tamaño y anatomía interna pero, en esencia lo más importante, es que en todas se halla contenida una pequeña plantita que es el embrión de una futura planta. A veces, el embrión es sólo un conjunto de células sin forma definida aún en las semillas más pequeñas pero, en la mayoría de los casos, el embrión muestra ya las primeras partes de lo que será la futura planta: raíz, tallo y hojas en escala diminuta.
El proceso de germinación, éste se inicia cuando el agua penetra al interior de las células embrionarias que entonces aumentan de volumen y algunas comienzan a alargarse, perdiendo su forma isodiamétrica para adquirir una forma cilíndrica o prismática. El crecimiento en longitud que esto ocasiona en el embrión, hace que la raíz, posteriormente el tallo y en ocasiones las hojas embrionarias salgan de la semilla, o de lo que de ella queda, terminando así la germinación e iniciándose el crecimiento de la nueva planta de los dos medios que en adelante ocupará: el suelo y el aire.
Durante el crecimiento, la formación de los tejidos de las plantas sigue básicamente tres pasos: la división (o mitosis) de las células embrionarias para formar nuevas células, el agrandamiento y/o alargamiento de estas células y su diferenciación final en células con una función específica, ya sean vasos, células fotosintéticas, almacenadoras, epidérmicas, etc., que desempeñarán su función durante el resto de su existencia ya sea en forma viva o no, dependiendo de cuál sea el tejido u órgano que se esté desarrollando.
La transformación sufrida impide por lo general que una célula ya diferenciada pueda dividirse o reproducirse, por lo que todo crecimiento o desarrollo posterior que ocurra se inicia sólo en las partes de la planta en las que se conservan conglomerados o capas de células no diferenciadas, similares a las células embrionarias.
Al igual que todos los seres vivos, la planta cumple un ciclo vital. Este ciclo está constituido por varias etapas importantes en el crecimiento de la planta.
La primera etapa consiste en la etapa germinativa, en la que se da origen a una plántula con sus primeras hojas,momento en el cual empieza a tener lugar la etapa vegetativa,que se caracteriza por el crecimiento de las partes de la planta y su distinción en tallo, hojas,raíces y ramificaciones. Más adelante llega la etapa reproductiva, en la que la planta se dispone a dejar descendencia. En algunas plantas,durante esta etapa se producen flores,que tras ser fecundadas, dan comienzo a la formación de un fruto que contiene la semilla.
Pero para que la planta pueda llevar a cabo estos procesos, debe estar regulada por un número de sustancias químicas, que en conjunto ejercen una compleja interacción para cubrir las necesidades de la planta.
A continuación les mostraré un vídeo del crecimiento de una planta:
En palabras menos especificas esto es lo que sucede con la planta cuando se desarrolla:
- Primero absorbe el agua del suelo y se hincha.
- Luego se abre y sale una pequeña raíz.
- Por último, aparece el tallo, que lleva las primeras hojas de la nueva planta.
- Luego se abre y sale una pequeña raíz.
- Por último, aparece el tallo, que lleva las primeras hojas de la nueva planta.
Después de todo esto, la planta crece toda su vida.
El embrión y el endosperma se hinchan; la gémula y la radícula comienzan su desarrollo: la gémula se hunde en la tierra y la radícula se eleva por encima del suelo hasta ponerse en contacto con la luz, con la atmósfera, y entonces forma la clorofila.
El proceso de germinación:
Las semillas pueden mantenerse dormidas o inactivas hasta que las condiciones sean apropiadas para germinar. Todas las semillas necesitan agua, oxígeno, y una temperatura apropiada para germinar. Algunas semillas también requieren luz apropiada. Algunas germinan mejor con luz total mientras que otras requieren oscuridad para germinar.Cuando una semilla se expone a las condiciones apropiadas, agua y oxígeno son tomados a través de la cáscara de la semilla. Las células del embrión comienzan a agrandarse. Entonces la cáscara de la semilla empieza a abrirse y la raíz oCuando una semilla se expone a las condiciones apropiadas, agua y oxígeno son tomados a través de la cáscara de la semilla. Las células del embrión comienzan a agrandarse. Entonces la cáscara de la semilla empieza a abrirse y la raíz oradícula emerge primero, seguido por la plúmula que es como un brote muy pequeño que contiene hojas y tallo.
Muchas cosas pueden causar una pobre germinación. Un riego muy frecuente hace que la planta no tenga suficiente oxígeno. Plantar semillas demasiado profundo puede causar que la planta utilice toda su energía almacenada, antes de alcanzar la superficie del suelo. Las condiciones secas causan que la planta no tenga suficiente humedad para comenzar el proceso de germinación y para su crecimiento.
Algunas cáscaras de semillas son tan duras, que el agua y el oxígeno no pueden pasar a través de ellas hasta que la capa se rompa. Humedecer o raspar las semillas ayudará a romper la cáscara de la semilla. Las campanillas moradas y las semillas de acacia son ejemplos. Otras semillas necesitan ser expuestas a temperaturas apropiadas. La semilla de manzana no germinará a menos que tenga temperaturas frías por un período de tiempo.
Las plantas son las únicas que producen su propio alimento, y lo hacen a través de la fotosíntesis. Son muy importantes para nosotros, de ellas conseguimos infinidad de cosas sin las cuales no podríamos realizar varias actividades.
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